Enfoque
Durante el mes de enero de 2023, el gobierno de Chile encabezado por el presidente Gabriel Boric presentó el Plan Nacional de Reactivación Educativa, que intentó abordar, por medio de diversos ejes estructurantes, las complejas brechas educacionales generadas en torno a la pandemia. Esas dimensiones se complementaron con la creación de un Consejo para la Reactivación Educativa que fue conformado con perspectiva transversal, tanto desde el punto de vista técnico como político.
Dicho proceso no ha estado exento de polémicas. Por el contrario, ha sido expuesta a diferentes cuestionamientos, vinculada tanto a problemas de lentitud en la implementación, un foco no prioritario en el incremento de la asistencia, además de dificultades de adecuación para emergencias que tienen impacto en el desempeño educacional como lo fueron los incendios que azotaron con especial fuerza a la zona sur del país.
La investigación giro en torno a una sistematización de los debates parlamentarios vinculados a la iniciativa por medio de una metodología de tipo cualitativa, con la generación de las unidades de la información a través de la revisión y sistematización de los debates producidos durante la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados y Diputadas y la Comisión de Educación del Senado, la que se complementó con la revisión de las actas de las sesiones del Consejo de Reactivación. Dichos debates fueron analizados por medio de la técnica de análisis de contenido a través del software Atlas.ti.
El caso chileno ofrece una interesante oportunidad de reflexión en torno a innovación de políticas públicas para afrontar los desafíos post pandémicos, ello ponderando diversas crisis o situaciones de complejidad que afectan al país: estallido social, dificultades económicas por condiciones internas y externas, complejidades políticas y de legitimidad institucional. Eso ponderando un contexto de compromiso ejecutivo por medidas de transformación institucional.
Respecto a sus resultados, es posible avizorar diversos elementos. En primer lugar, se plantea una fuerte tensión entre los actores participantes de los debates sobre la implicancia de la política pública y su alcance. Se constatan diferencias importantes sobre cuáles serían las prioridades en materia de reactivación, lo que redunda en un campo de disputa sobre lo que sería el centro de la política educacional “la reactivación”. A su vez, ello se estructura por una diferencia de fondo sobre la interpretación del funcionamiento educativo chileno y el diagnóstico asociado (especialmente lo que significó el modelo educativo chileno desde las modernizaciones en los años 80’ y en particular en torno a las consecuencias de la pandemia).
Finalmente, el plano de los discursos es posible observar cierta paradoja: aunque el programa se plantea diversos elementos de innovación e incluso lo asume como uno de los componentes relevantes de los ejes que estructuran la política, la innovación se enfrenta a una situación de pérdida de relevancia estratégica. Aunque se menciona en los discursos el valor clave de la innovación, esta enfrenta en el contexto de los debates parlamentarios y con ello de la configuración de la política pública, tensiones relevantes.
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