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La necesidad de incluir una asignatura de comunicación en los planes docentes

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Ibiza MeliánIRIARTE, centro adscrito a la Universidad de La Laguna

Enfoque

Una de las habilidades a cultivar por cualquier estudiante de Derecho debe ser la comunicación, tanto oral como escrita. Ya vaya a ejercer como abogado, simplemente jurista o se decante finalmente por la gestión pública. Pues no hay que olvidar que la mayoría de los diputados y senadores de las Cortes Generales españolas a lo largo de la vigente etapa democrática han estudiado Derecho. Visto que es a ellos a los que les compete el aprobar las leyes, donde una buena técnica legislativa resulta crucial en pro de hacerlas lo más comprensible posible para la ciudadanía. Puesto que según reza en el artículo 6.1 del Código Civil: «La ignorancia de las leyes no excusa de su cumplimiento».

 

Y es que la técnica legislativa incide en la necesidad de la claridad en la redacción de las normas. De tal manera que se proporcione la debida seguridad a aquellos que se vean afectados por las mismas, principio de seguridad jurídica contemplado en el artículo 9.3 de la Constitución española. En suma, se trata de que el ciudadano comprenda exactamente qué debe o no debe realizar.

 

Ergo, la redacción normativa tiene que ser correcta al objeto de evitar confusión alguna. Es más, el Tribunal Supremo destaca la conveniencia de incorporar al «ordenamiento jurídico» un «principio de buena regulación». (Sentencia del Tribunal Supremo 275/2021, 25 de febrero de 2021, Fundamento de Derecho Tercero). En este sentido, se sitúa el artículo 129 de la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas.

 

Porque se ha de rememorar que una de las siete artes liberales era la retórica, el arte de persuadir a través de la palabra. Retórica que junto a la lógica y la gramática conformaban el trívium. El cual junto al quadrivium ―aritmética, geometría, astronomía y música― acababan por constituir las siete artes liberales que eran las asignaturas curriculares de las incipientes universidades durante la Edad Media.

 

Retórica cuyo germen se halla en el mundo clásico, donde en el siglo V antes de Cristo destacaron los sofistas. Habilidosos maestros que estaban dispuestos a enseñar, a cualquiera que quisiese pagarles, a conquistar una audiencia a través de un elocuente mensaje. Entretanto, en el siglo V, Aristóteles, en su obra Retórica, añadirá que la ética resultaba fundamental para transmitir un mensaje supeditado a la verdad. Una retórica imprescindible en la política cuando se aspira a contribuir a lograr el bien común.

 

Pues bien, lo cierto es que, pese a la importancia de enseñar una buena técnica comunicativa en la carrera de Derecho, solo algunas universidades españolas la contemplan como asignatura propiamente en sus planes docentes. Otras simplemente se limitan a mencionar la comunicación como una competencia que debe aprender el alumnado, pero sin desarrollarla. Así que el presente trabajo estudiará la realidad existente en España para finalmente plantear una propuesta de mejora sobre este aspecto.

Preguntas y comentarios al autor/es

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      Joana M. Socias Camacho

      Comentó el 17/07/2024 a las 12:56:57

      Enhorabuena, Ibiza, por tu ponencia! El mundo de internet puede ofrece toda la información, es el recurso más fácil. Los docentes tenemos la misión de enseñarles el manejo de fuentes fiables y a comunicar correctamente si quieren triunfar luego como juristas, ya que la buena información y el buen manejo de recursos jurídicos y de las técnicas de comunicación es condición básica para el éxito en el mundo laboral.

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        Ibiza Melián

        Comentó el 17/07/2024 a las 23:29:41

        Un millón de gracias, Joana 😊, me alegra que te guste. Un abrazo enoooooooooooooooooorme.

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      María Dolores Martínez Pérez

      Comentó el 28/06/2024 a las 16:39:09

      Interesantísima propuesta, muy acertada.
      Me gustaría preguntarle ¿cómo puede llevarlaa cabo en clases numerosas?
      Mis grupos superan las 80 personas ¿cree que es viable en un grupo tan numeroso?

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        Ibiza Melián

        Comentó el 28/06/2024 a las 17:57:03

        Muchísimas gracias, María Dolores, por tu interesantísima pregunta. Se puede hacer si se dividen los alumnos en grupos, de todas formas, así desarrollan otra competencia transversal: el trabajo en equipo. Una buena idea es ponerle un punto positivo a aquellos que colaboren adecuadamente con el resto de los compañeros y los ayuden. Y desde luego insistir en que si a la hora de las presentaciones no hablan no obtienen calificación.

        Para crear óptimamente los grupos se puede utilizar la técnica de grupos heterogéneos balanceados. De modo que me facilite generar los grupos más heterogéneos posibles, donde sus miembros se complementen. La cooperación se propiciará mediante la evaluación inicial al mezclar individuos con conocimientos académicos y habilidades distintas. Los estudiantes de alto, medio y bajo rendimiento quedarían repartidos, junto a los más introvertidos y extrovertidos. Con esta heterogeneidad todos los grupos estarían equilibrados. Inclusive se pueden designar distintos roles dentro de un mismo grupo, los cuales irán rotando: liderazgo, secretaría, investigación. Eso sí, el docente necesitará vigilar su desenvolvimiento, en este caso yo, por si se detecta que se requiere algún reajuste.

        De manera análoga, se pedirá a los integrantes del grupo que valoren su dinámica colectiva para que ellos también se autorregulen. A saber, en la misma rúbrica de retroalimentación que se elabore para la evaluación formativa se incluirá un apartado sobre este aspecto.

        A través de la técnica de grupos heterogéneos balanceados se potencia que cada componente del grupo aprenda del resto gracias a sus diversas fortalezas y ayude a contrarrestar su debilidad individual. Se garantiza, asimismo, la dinámica armónica y se minimiza la posibilidad de que un individuo monopolice la dinámica grupal. Enseña al estudiantado a cómo se crean equipos de trabajo sólidos, habilidad muy importante en el mundo real.

        Sin olvidar que esta forma de trabajo redunda en la tolerancia, aleja al alumnado de la tendencia del ser humano de quedar atrapado dentro del sesgo confirmatorio. Es decir, esa inclinación de rodearnos de personas afines y que coinciden milimétricamente con nuestras opiniones. En definitiva, el campo de abono del tan nefasto nosotros y ellos.

        En suma, el método de grupos heterogéneos balanceados es una técnica grupal sumamente enriquecedora. Aunque resulta evidente que requiere de un cierto tiempo previo para acertar adecuadamente en el diagnóstico de cada estudiante y en su correcta asignación a un grupo. Sumado a aquel intervalo exigido para el seguimiento y para introducir cualquier reajuste que surja. Conclusivamente, su aplicación conlleva un mayor esfuerzo personal y temporal que otras técnicas de grupos, pero sin duda quedan eclipsados por sus grandes beneficios.

        Nuevamente gracias por tu interés María Dolores, un abrazo enorme,

        Ibiza Melián

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      Nieves Rojano Martín

      Comentó el 27/06/2024 a las 18:49:28

      Enhorabuena por esta ponencia tan interesante. Le planteo la siguiente pregunta: ¿Cuáles cree que son los principales obstáculos que enfrentan las universidades españolas para integrar de manera efectiva la enseñanza de habilidades comunicativas y técnica legislativa en el plan de estudios del Grado en Derecho? Muchas gracias.

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        Ibiza Melián

        Comentó el 27/06/2024 a las 23:23:17

        Muchísimas gracias, Nieves, me alegra enormemente que te guste.

        Respecto a tu pregunta, desde la Ilustración el clásico Trivium se ha visto relegado por un enfoque más positivista en la educación universitaria. A saber, las carreras se centran en adquirir conocimientos específicos sobre áreas concretas. Mas lo cierto es que el alumnado puede conocer muchas normas, pero no saber defender sus argumentos y fracasar en el intento. Si además esos juristas son los que se convertirán en los próximos líderes políticos, sin una buena técnica argumentativa el debate parlamentario decaerá y alcanzar acuerdos se mostrará harto difícil.

        Pero para que haya un cambio desde el ámbito universitario hace falta dar prioridad a este tipo de técnicas y estar dispuestos a recortar otros conocimientos teóricos. Sin embargo, si los responsables de planificar los títulos no creen con convicción en la necesidad de implementar dichas destrezas, no se incorporarán. Por eso solo queda hacer pedagogía desde este tipo de congresos para lograr conseguir ese objetivo.

        Un abrazo enorme,

        Ibiza Melián


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